La última cima

 

 

 

Título original: La última cima

Año: 2010

País: España

Duración: 82 min.

Género: Documental

Temática: Sacerdotes

Calificación moral: TP

Director: Juan Manuel Cotelo

Guión: Juan Manuel Cotelo

Sonido: Íñigo Guerrero

Fotografía: Alexis Martínez

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¿Es posible hacer una película sobre un buen sacerdote en España? ¿Contaría con la aceptación del público? A estas preguntas da una respuesta afirmativa La última cima. Se trata de un documental que rompe con los estereotipos del cine español, porque cuenta la historia de un buen cura, Pablo Domínguez, fallecido el año pasado a los 42 años cuando descendía la cima del Moncayo. Se ha promocionado como “la película que habla bien de los curas” y así es. Realiza un acercamiento honesto y agradecido, no sólo a la figura de Pablo, sino al sacerdocio en general, una vocación ampliamente distorsionada por prejuicios.

 

El documental se desarrolla a través de entrevistas en la calle en las que se pregunta a la gente sus opiniones sobre los sacerdotes, las cuales se entremezclan con los testimonios de personas que conocieron a Pablo. Destacan las apariciones cargadas de ironía del director del documental, Juan Manuel Cotelo. El realizador mantiene la intensidad mostrando a los entrevistados con primeros planos, utilizando el recurso del humor y sin emplear efectivismos, ni artificios. No evita explicar con naturalidad temas polémicos como el celibato. Tanto él, como la productora Infinito + 1, demuestran que se puede hacer cine que trate directamente y sin tapujos los valores de la fe, con un lenguaje apropiado para el siglo XXI.

 

Hace dos años nos llegaba la noticia de que en Estados Unidos, Prueba de fuego, un film que trataba descaradamente los valores cristianos, hecho con poco presupuesto y con un solo actor profesional, se colaba dentro de los más vistos de la “todopoderosa” taquilla estadounidense, gracias a la implicación de las comunidades religiosas del país. Parece ser que este fenómeno en España también es posible, pues la cinta se estrenó tímidamente en cuatro salas y desde entonces, no han parado de multiplicarse las ciudades y pueblos en donde ha sido solicitada la proyección, algo que también han pedido más de cien países. Además, se ha convertido en uno de los documentales más vistos de la historia del país. El éxito que está teniendo se debe a la implicación de los creyentes, lo que supone un ejemplo de activismo cristiano, de un sector de la población cansado de que en los medios de comunicación y en el cine se difame sobre su fe, su Iglesia y sus sacerdotes, y que demuestra, que al contrario de lo que venden los medios, la Iglesia en España está más viva que nunca.

 

Tratamiento de la fe cristiana

En Pablo abundaban las virtudes para ser sacerdote. Muchos hemos conocido, a lo largo de nuestra vida, algún o algunos sacerdotes que nos han marcado y nos han ayudado a ser mejores cristianos. Curas que obraron una labor callada y que aparentemente no hicieron nada extraordinario, pero que con su autenticidad ayudaron a cambiar nuestras vidas. Seguramente que más de uno identificaremos las cualidades de estos sacerdotes con algunas de Pablo.

 

Se habla de la Eucaristía como el motor de la fe, como el “doping” de Pablo. Uno de los grandes valores del documental es que nos invita a apreciar otras cosas aparte de las meramente materiales. ¿Acaso tiene valor material un trozo de pan y un poco de vino? Sin embargo, acercándonos a la Eucaristía, todo es posible en nuestras vidas.

 

La trascendencia de la vida, una de las verdades principales de nuestra fe, también es un tema fundamental dentro del documental. No podría ser de otra forma, al tratarse de un creyente que ya ha fallecido. Para Pablo la muerte no era sino la puerta para encontrarse con Dios.